jueves, 2 de julio de 2009

Trajes

Una de las cosas que aprovecho durante los viajes en transporte público es a hacer bocetos de poses y —en menor medida, lo admito— de ropas. Siempre tengo la sensación de que mis personajes se visten más o menos igual, cosa que me produce aburrimiento. James Gurney propone una serie de consejos sobre cómo improvisar referencias de vestidos, principalmente de tiempos pasados, fantásticos o futuristas. Primera parte y segunda parte. Hace años yo enriquecía mi archivo con fotografías de referencia baratas. Las revistas que yo llamaba de mujeres me resultaban muy útiles. No me refiero al Cosmo (politan), sino a revistas que mi madre compraba del estilo Cosas de casa. Entre los consejos de decoración se encuentran excelentes referencias para ambientar una escena en interiores bastante realista (por favor, evitad revistas del estilo Casa de lujo o Interiorismo para esnobs a no ser que queráis situar vuestras escenas en tales ambientes.

Me estoy yendo de la reflexión original. La ventaja de tales revistas es que las modelos no son a) hiperconocidas, b) dignas de forrar una carpeta adolescente, c) con más Photoshop encima que pintura Las Meninas, d) vestidas de manera bastante realista y no sacadas de Beverly Hills 90210 (he oído que hay 2ª parte). Además de proporcionar diferentes poses con la misma modelo, tienes referencias de diferentes vestidos y/o complementos (empiezo a parecer el catálogo de El Corte Inglés). Es cierto que Google puede proporcionar un montón de imágenes de referencia en instantes, que hay CDs especializados en referencias de personas y/o poses, pero a mí aún me resulta cómodo tirar de mis viejas carpetas, revistas y libros. ¿Obtenerlas de forma barata? O se las gorroneáis a vuestra madre, o echáis una mirada en los contenedores de papel cerca de vuestra casa. Más barato, imposible.

Nota: los dos ejemplares de Playboy ocultos en mi librería se conservan como archivo de referencia de lencería de los 90. Que conste.

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